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DESPEÑAPERROS (JAÉN): SENDERO DEL MOLINO DE BATÁN

EL MOLINO DE BATÁN


Este sendero se sitúa en los límites del parque natural de Despeñaperros, discurre durante un primer tramo por una zona humanizada correspondiente a los amplios huertos de Miranda del Rey o suertes como se denominaron las diferentes parcelaciones realizadas durante la creación de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Pues aquí, en Miranda del Rey tiene su origen, adentrándose más adelante en dirección noroeste en pleno bosque mediterráneo, parte reforestado, típico de Sierra Morena.



Visitaremos dos enclaves diferenciados. Por un lado, un manantial de agua mineromedicinal junto al arroyo del Batán en el lugar conocido como nacimiento del Salto de Padilla que ha constituido –junto con el del Salto del Fraile- el abastecimiento de agua de La Carolina hasta los años setenta y, anteriormente, con toda probabilidad, la fuerza generatriz del Molino que visitaremos más tarde. El Salto de Padilla no constituye una espectacular caída de agua desde altura como podría hacer pensar la denominación, de hecho el lugar se encuentra arroyo arriba, a un par de cientos de metros, pero sí constituye un precioso paraje donde el arroyo cae desde la altura de manera escalonada rodeado de bosque de rivera con fresnos y alisos. Por otro, visitaremos las ruinas de lo que pudo ser un importante enclave en el batanado de pieles. Parece que el Molino de Batán data de época árabe encontrando solo ruinas y vestigios.

LA RUTA (el sendero)



Iniciamos el sendero a la salida de Miranda del Rey en dirección oeste donde en un cruce de caminos se ha señalizado con paneles que indican el trazado.

Caminamos por una amplia pista que da servicio a los vehículos que llegan a la Granja – Escuela existente en el Cortijo Las Nogueras.





El día es mágico, hace frío, el sol comienza a calentar el prado y el vapor se eleva formando contrastes que la cámara no es capaz de captar.



A unos cuatrocientos metros aproximadamente cruzamos el arroyo de las Brañas que poco antes ha recibido las aguas del arroyo del Hornillo (el que nos acompaña paralelo durante el sendero de “el empedraillo”). Tras cruzar el camino, se une al arroyo de la Noguera y forman el río de la Campana que avanzará por la Aliseda circundando La Carolina y vaciara sus aguas al río Renegadero que más adelante encontraremos.
Ahora seguimos paralelos al arroyo de la Noguera, aguas arriba hasta llegar a la anteriormente mencionada Granja – Escuela, habiendo dejado a nuestra derecha un picadero de reciente construcción.
Pasadas las Nogueras, a pocos metros, llegamos a una barrera que impide el paso a los vehículos no autorizados.



El suave ascenso, el camino entra en un bonito paraje haciendo un giro en ángulo agudo para salvar el arroyo de la Noguera



y dirigirse al collado, confluencia de caminos, bien señalizados (aunque algunos no lo encuentren así, por las leyendas manifestadas en los indicadores).


En el collado hay buenas vistas al barranco del arroyo del Batán que deberemos recorrer y al interior de Sierra Morena.



A la derecha sale un camino que más adelante se bifurcará conduciéndonos a la derecha a la casa del Hornillo y a la izquierda al cortafuego por el que podemos ascender a la Estrella. El camino que desde el collado sale a la izquierda se dirige hacia el área recreativa de la Aliseda aunque hay que dar un rodeo por un cortafuegos rompepiernas. Al frente y a la izquierda, parte la pista que desciende por el barranco y que seguiremos más adelante y, ahora, nos dirigiremos por el estrecho sendero que desciende fuertemente al frente y a la derecha



y que nos conducirá en poco tiempo y entre jaras, romeros, chaparretes y monte bajo hasta un apacible lugar conocido como Salto de Padilla. Allí se encuentra el comienzo de la acequia que lleva esta agua saludable a La Carolina, donde aún es popular su consumo en las fuentes urbanas donde la población se surte.


Podemos ascender el arroyo del Batan si no baja muy crecido por la escaleruela que forma en su caída. Tras un descanso en un lugar que invita a ello, desandamos el camino hasta el puerto cruce de caminos.
Desde aquí descendemos decididamente por buena pista por la parte superior del barranco del arroyo del Batán, a la izquierda de este. Durante la bajada tendremos buenas vistas a la sierra de los Calderones y al collado de la Estrella hacia el norte y a los barrancos de doña Dama y de las Escaleras al oeste





y podemos adivinar algunas ruinas de construcciones, abajo junto al arroyo, ocultas entre la espesura boscosa. Este será nuestro destino.


Tras aproximadamente un kilómetro de descenso llegamos al fondo del barranco, precisamente donde se reúnen el arroyo de doña Dama y el de Batán para originar el río Renegadero al que nos referimos anteriormente.



Aquí encontramos un aljibe para la lucha contra los incendios y un letrero que indica el final del sendero del Batán.





Tenemos que regresar, se nos acaba el tiempo. ¡Lastima! Porque precisamente aquí, empieza la aventura, encontrar las ruinas del molino ya sin senda fija, subiendo el barranco junto al arroyo. Otro día será.


EL VIDEO (1)






LA RUTA (el molino)



Y otro día fue. No quise dejar mucho tiempo porque dos cosas tenía en la cabeza respecto a esta ruta. Primero, encontrar el molino, elemento que da sentido a la misma. Por otro, inspeccionar la bonita cerrada que acompaña al arroyo del Batan y que comienza en el salto de Padilla. La primera se cumplió según previsiones, la segunda investigue un buen trecho de la misma, pero será mejor dejar que el arroyo baje más descargado de agua para recorrerla en su totalidad, ya que el ascenso hay que realizarlo por el mismo cauce saltando de piedra en piedra.

Estaba el señor don Gato ...



bueno, esa es otra historia pero con el día que hace hasta los gatos buscan protección calórica allí donde puede haberla. Comenzamos el camino ya descrito más arriba siendo saludados por la fauna local, primero equina



y más tarde canina




llegamos al collado




y volvimos a visitar el salto de Padilla




regresamos por donde lo andado y bajamos por la pista que conduca a Nava Martina




y a donde nos quedamos en la anterior excursión, justo donde el letrero anuncia el final del sendero, allí por donde nacía el rio Renagadero y el camino cruza al arroyo que ahora vamos a ascender en busca del molino






Dejando la pista, penetramos en la zona boscosa de ribera que circunda el ahora crecido arroyo. Lo cruzamos para situarnos en la vertiente izquierda ya que, por los vestigios de ruinas vistos desde la pista que nos ha conducido hasta aquí, intuimos que el molino se encuentra en ese lado.




Encontramos un senderillo que asciende la loma del collado de las eras y se separa del cauce, lo seguimos y nos lleva a lo que parece una senda más clara. No la perdemos y nos lleva a un pequeño barranquillo que vacía un arroyo menor al del Batán. Cruzamos, encontramos la sendita que nos sirve de guia y en un pis, pas, tenemos enfrente las ruinas de lo que podemos andar buscando.




Se trata de las ruinas de lo que podría ser un molino harinero, junto al arroyo, construcción típica de la zona, a base de pizarra, lo rodeo para ver todo su contorno. Al llegar a la parte posterior y levantar la vista no puedo creerlo, ahi está, oculto entre unos majestuosos pinos.





No habíamos visto nada igual por la zona. Es increible que una construcción de estas características se encuentre en un lugar como este, con complicado acceso apartado de casi todo.






merecería otra suerte, ser rehabilitado y mejorar el acceso. Perdería encanto pero se evitaría su ruina completa. No he encontrado bibliografía sobre su origen, parece incierto, aunque en los carteles del sendero le otorgan un origen árabe. Más razón para que sea cuidado.



Es fácil imaginar que su ubicación no sea casual. Una zona de abundante caza, un lugar donde tratar las pieles in situ, aprovechando unos de los pocos manantiales de esta sierra poco prolífica en ellos que le serviría de fuerza generatriz para mover sus mecanismos y sustitur las grandes cantidades de agua necesarias para abatanar las pieles.
La construcción se muestra sólida, los muros consistentes, los huecos realizados con arcos que aún aguantan el peso estoicamente






Finalmente, el entorno acompaña








De regreso, de casualidad, desde la pista que nos llevará al puerto - cruce de caminos, divisamos en el horizonte un salto de agua que desconocíamos. Debe ser el arroyo de los Calderones. Tomamos nota.




Nos despiden unos bonitos ejemplares de gallos



y, de nuevo, nuestros amigos perrunos



span face="Arial, Helvetica, sans-serif" style="font-size: large;">Ya en las suertes de Miranda y hasta otra





EL VIDEO (2)





DATOS TÉCNICOS


DenominaciónDESPEÑAPERROS (JAÉN): SENDERO DEL MOLINO DE BATÁN
Fecha16.01.2011 , 29.01.2011, 05.03.2011, 11.11.2023
Localización
Miranda del Rey
InicioMiranda del Rey
FinMiranda del Rey
Tipo de trayectoLineal de ida y vuelta
Tipo de firmePista y sendero
EstaciónPrimavera/Otoño/Invierno.
Distancia6,78 kmts
DificultadFácil
Tiempo estimado2 horas 
Cota mínima669
Cota máxima801
Sugerencias
Llevar agua.No aconsejable en verano.
TracksWIKILOC
MovilNo hay cobertura Movistar en todo el recorrido.
Mapa
BibliografíaPropia experiencia.


MEMORIA DE ACTIVIDAD 

Realizado: CLUB DE SENDERISMO EL CAMINO. 
Tipo de actividad: SENDERISMO. 
Denominación: DESPEÑAPERROS (JAÉN): SENDERO DEL MOLINO DE BATÁN. 
Fecha de realización: 11.11.2023 
Distancia: 10 km. 
Desnivel +: 280 m.s.n.m. 
Tipo de camino: PISTA FORESTAL, SENDA. 
Tipo de recorrido: EN RABO DE SARTEN. 
Inicio: MIRANDA DEL REY (SANTA ELENA). 
Final: MIRANDA DEL REY (SANTA ELENA). 

EL ENTORNO 

Este sendero se sitúa en los límites del parque natural de Despeñaperros discurre durante un primer tramo por una zona humanizada correspondiente a los amplios huertos de Miranda del Rey o suertes como se denominaron las diferentes parcelaciones realizadas durante la creación de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Tiene su origen en Miranda del Rey y visitaremos dos enclaves diferenciados. Por un lado, un manantial de agua mineromedicinal junto al arroyo del Batán cerca del lugar conocido como el Salto de Padilla, que ha constituido –junto con el del Salto del Fraile- el abastecimiento de agua de La Carolina hasta los años setenta y, anteriormente, con toda probabilidad la fuerza generatriz del Molino que visitaremos posteriormente. Aunque el Salto de Padilla se encuentra aguas la zona constituye un precioso paraje donde el arroyo cae desde la altura de manera escalonada rodeado de bosque de rivera con fresnos y alisos. Por otro, visitaremos las ruinas de lo que pudo ser un importante enclave en el batanado de pieles. Algunos autores situan el origen del Molino de Batán en la época árabe tardía, ya que es a partir del siglo XII cuando se extiende la industria batanera. 

LA RUTA

Iniciamos el sendero a la salida de Miranda del Rey en dirección oeste donde en un cruce de caminos se ha señalizado con carteles que indican el trazado. Caminamos al frente por una amplia pista que da servicio a los vehículos que llegan a la Granja – Escuela existente en el Cortijo Las Nogueras. A unos cuatrocientos metros aproximadamente cruzamos el arroyo de las Brañas que poco antes ha recibido las aguas del arroyo del Hornillo. Tras cruzar el camino, se une al arroyo de la Noguera y forman el río de la Campana que avanzará por la Aliseda circundando La Carolina y vaciara sus aguas al río Renegadero que más adelante encontraremos. Ahora seguimos paralelos al arroyo de la Noguera, aguas arriba hasta llegar a la anteriormente mencionada Granja – Escuela. Antes, dejaremos a nuestra derecha un picadero con hermosos ejemplares. Pasadas las Nogueras, a pocos metros, llegamos a una barrera que sirve para anunciarnos que entramos en el parque natural e impide el paso a los vehículos no autorizados. En suave ascenso, el camino entra en un bonito paraje haciendo un giro en ángulo agudo para salvar el arroyo de la Noguera y dirigirse al collado conocido como muelle Poli, confluencia de caminos, bien señalizados. En el collado hay buenas vistas al barranco del arroyo del Batán que deberemos recorrer y al interior de Sierra Morena, la dehesa de Nava Martina. Al frente y a la izquierda, parte la pista que desciende por el barranco y que seguiremos, por la derecha, un jorro por el que regresaremos. Desde aquí descendemos decididamente por buena pista por la parte superior del barranco del arroyo del Batán, a la izquierda de este. Durante la bajada tendremos buenas vistas a la sierra de los Calderones y al collado de la Estrella hacia el norte y a los barrancos de doña Dama y el Montón de Trigo y el Puntal al oeste. Mientras descendemos, podemos adivinar algunas ruinas de construcciones en el fondo del barranco, ocultas entre la espesura boscosa. Este será nuestro primer destino. Tras aproximadamente un kilómetro de descenso llegamos al fondo del barranco, precisamente donde se reúnen el arroyo de doña Dama y el de Batán para originar el río Renegadero. Aquí encontramos un aljibe para la lucha contra los incendios y, antiguamente, las primeras ocasiones que visitamos el lugar, había un letrero que indica el final del sendero del Batán. Actualmente, han arreglado el tramo que antiguamente debíamos intuir, mediante un cómodo y agradable sendero por un bosque de galería hasta que nos topamos con el molino junto al arroyo y, más arriba las ruinas de lo que constituyó un batán en medio de casi la nada. Buen lugar para descansar bajo el gran pino que se levanta frente al molino. Podemos circundarlo, pero con mucho cuidado de no penetrar en él, ya que puede ceder alguna parte de su estructura. Ahora toca dirigirnos al nacimiento de agua que abastecía mediante una acequia el Batán, ya que, el molino se abastecí del arroyo para generar su funcionamiento. Tendremos que hacerlo por un viejo camino de carboneros que sube directo a la cima, podría hacerlo mas suavemente pero con tranquilidad conseguiremos llegar arriba. Ahora un descenso por el barranco del batán que nos lleva directos al nacimiento de aguas del salto de Padilla, apacible lugar bien tupido de bosque de ribera. Allí se encuentra el comienzo de la acequia que lleva esta agua saludable a La Carolina, donde aún es popular su consumo en las fuentes urbanas en las que la población se surte para la bebida. Continuaremos por la acequia hasta encontrar un jorro que sale a la izquierda, por el que ascenderemos rápidamente al collado donde comenzamos la circular. Desde aquí, desandaremos el camino que trajimos hasta llegar a la pedanía de Miranda del Rey.


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