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HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO


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HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO. INTRODUCCIÓN


Que la libertad quede limitada es, indudablemente, uno de los mayores castigos a los que el humano puede verse expuesto. El motivo por el que esto suceda puede, en todo caso, contribuir a racionalizar la pena, pero difícilmente mitiga el ansia por reconquistarla. En ese proceso de racionalización, hay otras variables que ayudan a sobrellevar el tiempo y a que los efectos secundarios demoren su aparición, entretenerse con los recuerdos es uno de los más poderosos.

El confinamiento al que nos hemos vistos sometidos por la pandemia de coronavirus, ha suprimido bruscamente la actividad de salir con normalidad a la Sierra, disfrutar de la naturaleza, realizar actividad física y, sobre todo, recargar las pilas para las actividades laborales, domésticas, etc. de la semana en perspectiva. Bien porque el confinamiento haya sido restrictivo, bien por responsabilidad cuando este ha sido más flexible, semana tras semana, he tenido que contener la rabia de quedarme en casa o conformarme con las ofertas locales.

He podido asistir a un otoño espléndido y a un invierno como hacía tiempo no se presentaba, frío, nevado y lluvioso, combinaciones estas que hacen disfrutar más si cabe de las caminatas por la Sierra. Afortunadamente inicie años atrás este álbum de recuerdos, sabiendo que en algún momento lo iba a necesitar, aunque confieso que no pensaba recurrir a él tan pronto. Gracias a este, el confinamiento al que me he visto sometido, ha sido más llevadero. Releer las aventuras de años atrás me ha ayudado a serenar el espíritu, a recordar situaciones divertidas, a encontrar nuevas propuestas y a planificar algunas visitas para cuando todo esto pase.

El coche de San Fernando ha cumplido el objetivo para el que fue creado y me ha reafirmado en que merecieron la pena los ratos que ocupe en diseñarlo y conformarlo. Se que, como yo, muchos amigos con los que he tenido la suerte de compartir estas rutas, sienten y se encuentran en la misma situación emocional, otros, desconocidos, vagan por las redes sociales empapándose del contenido serrano que por ellas se difunde. Por eso decidí compartirlo, por una parte me entretuvo releer y corregir algunas entradas que recuerdo con cariño, por otra, poder comentar con terceros, que por aquellos lugares anduvieron, diferentes perspectivas, era de lo más atrayente.

Durante trece semanas consecutivas he compartido una ruta de años atrás que ha entretenido a algunos y me ha entretenido gratamente a mí, decido agruparlas en una entrada del blog para que queden ahí presentes, de recuerdo, ya que en las redes sociales todo es efímero y fútil. Agradezco su lectura y comentarios enriquecedores, esperando que aún, mínimamente, nos hayan entretenido el confinamiento, ese era el objetivo.



GalenoMaM





INDICE






































01. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (I) (05.08.2020)


Dicen que tiempos pasados fueron mejores…cada uno lo lleva en su experiencia. Viene a cuento de que, durante este tiempo atrás, he estado revisando algunas de las primeras entradas del blog “el coche de San Fernando”, las primeras rutas que comencé a publicar, hace ya 10 años. He podido comprobar que una de las razones que aludí cuando lo comencé a crear fue para que el “aleman” no se apoderara de mi. Pues bien, tras releer las historias, muchos de los detalles han surgido de nuevo, casi como si fuera ayer. Fueron unos primeros años alocados donde pasé de la parsimonia con mi compañera Trufa a la vorágine de los grupos multitudinarios y a conocer grandísimas personas, buena gente que compartía como yo la pasión por la Sierra. Afortunadamente quedó poso de aquello y conservo buenas amistades forjadas en el esfuerzo por la meta y en la “penitencia” final; años en los que no se preguntaba ¿dónde vamos?, sino ¿hay ruta?. Para muchos de aquella etapa que aún andan por estas redes, y para los demás que gusten de una visita virtual por la sierra, volveré a publicar algunas de aquellas entradas que fueron significativas y llegaron a superar las 3000 lecturas. Ahora la vida es de otra manera, raro es el rincón de sierra que ya no se conozca gracias a estas redes sociales, pero también tienen el inconveniente de ser efímeras. Las entradas del blog ahí están, 10 años y cumpliendo su cometido, haciendo fuuuuu al Alzheimer. La primera va de una de las mejores rutas aéreas que se pueden hacer por la sierra de Segura, la umbría de los anguijones












02. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (II)(15.08.2020)


Aquí va otra de aquellas primeras rutas con gente, quedadas en las que había que tirar detrás de alguien que se supone guiaba la ruta, y no te despistaras mucho, que hacías noche en la sierra, jajaja. Ruta - aventura en las que pasó casi de todo..., un palizón de cuidado, medimos un pedazo de pino que le toco la oreja al Galapán, gente que casi se pierde, bosque laricio preciosista, primera vez que pasaba por la repisa del tranco del lobo, otra de salir pitando casi sin comer... en fin, algunos sabrán a que me refiero, jajajaja. Buen finde, sin fiestas 😢😢 




Pino de la Artesilla









03. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (III) (17.09.2020)


Otro recuerdo para tiempos de COVID, otra aventura de aquellas...ocho años ya y parece que fue ayer. Alguien falta de los que estuvimos y se echa mucho de menos 😢. Un viaje por los valles del Segura, una delicia!!! Seguro que algunos de los que estuvieron disfrutarán con el recuerdo.



puntal en el calar del Pino











04. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (IV) (24.10.2020)


Nueva entrega para entretenimiento del personal, el que participó en la aventura y para los seguidores de El coche de San Fernando. Otra más de aquellas rutas para el recuerdo, nueve años ya, con visita al emblemático Pino de la Entrega. Aquél día aprendí, con el sufrimiento, que no hay que seguir a cualquiera que se salga del trazado previsto, aunque reconozco, con la perspectiva del tiempo, que no me arrepiento una miaja, aquél cresteo de la cuerda de la calera valió un tesoro...




Pino de la Entrega











05. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (V) (01.11.2020)

En esta ocasión recordamos una completísima aventura de hace ya siete años por tierras albaceteñas, y de la que guardo muy gratos recuerdos. Estuvimos en el lugar donde abatieron a uno de los últimos bandoleros del siglo pasado, "el Pernales", y como no fue bastante, nos atrevimos a buscar una vieja y entrañable senda que nos bajó desde las fuentes del río Guadalimar a pueblo de Villaverde, el primero con el que se topa en su periplo hasta vaciarse en el río Grande, allí por Mengibar. Ánimo en este cruel confinamiento que nos impide respirar el otoño en la sierra, hay que salir de esta... ¡cuidaros mucho, y cuidad a los demás!  




Lugar donde fue abatido el Pernales











06. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (VI) (07.11.2020)


Hay ciertas excursiones que quedan en la memoria y se reviven como si fuera ayer mismo cuando pasó. A menudo sucede por los variados acontecimientos vividos durante su discurrir. A pesar de los años transcurridos, aquél periplo por Peñamujo, las Huelgas y la cerrá de las Espumareas, aún permanece vivo en mi desván de las cosas bonitas. Desde la partida hasta la recogida, cada paso que dimos, fue una pura anécdota. Fuimos muchos los que aquél día estuvimos, seguro que cada un@ pone el énfasis en diferentes momentos. Ánimo, revolved las neuronas y comentarlas…. A todo esto, ya queda una semana menos para que todo pase ¡ánimo¡ 





Peñamujo













07. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (VII) (15.11.2020)


Los que me conocen saben que no soy mucho de cimas y no soy mucho de nieve. No es que me disgusten ni la una ni la otra, la perspectiva desde la cima es inmejorable y disfruto como un niño con el blanco elemento, solo que no me siento seguro. Pero claro, una cosa es buscar la nieve, y otra bien distinta toparte de sopetón con una nevada recién caída la noche anterior. Es un espectáculo admirable, sobre todo para los que vemos que cada vez se prodiga menos el fenómeno. Recuerdo la infancia, en la que religiosamente la nevada anual se dejaba caer, propiciando la desbandada masiva de la canalla escolar. Va para diez años que vi la última en el lugar donde vivo, si esto no es cambio climático cuénteme vd. Gracias a la dirección de los grandes conocedores de estos vericuetos serranos, pudimos seguir los caminos sin pérdida, un día para la memoria que quiero compartir, para los que estuvieron y para los que disfruten con estas tontás, una de mis esporádicas salidas con los Frescales, un disfrute oiga!! 




Senda de la CF Gualay a Puerto Pinillo












08. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (VIII) (21.11.2020)


Hace un par de semanas leí que María, la última nacida en Cueva Buena, la hija de Gregoria y de Fermin, hermana de "Meterio", sobrina de la tía Josefa, de la Hoz , casada con el tío "matojo" con quién se fue a vivir a los Sesteros abandonando su casa y su cueva, se había mudado para siempre a sus cumbres. La conocí hace unos cuatro años, en su casa de Villanueva, y estuve hablando con ella de largo. Se sorprendía que yo hubiera estado allí, en su casa de las cumbres y que le diera señales de los sitios. Me preguntaba como estaba su casa y la del tío Higinio, la fuente, el camino a Prao Chortales, sus olivas de los poyos... Comprobé que conservaba una gran lucidez a pesar de su avanzada edad. Nos quedamos sin serranos, bueno no exactamente, nos estamos quedando sin la última generación que hizo su vida en la sierra, al menos de la forma tradicional. Sin enjuiciar que sea bueno o malo, sólo quiero resaltar con ello que perdemos una parte de nuestra historia, de la que hay muchas pinceladas, pero la historia aún no escrita. Sirva esta entrada del blog, de homenaje a María y a todos los que allí vivieron duramente, solo quién haya estado por Cueva Buena en invierno, o con una ventisca o con una tormenta encima, sabe que el lugar es estremecedor. Por último recomendar que quién se anime a subir a Cueva Buena busque alguna de las variadas alternativas a la vieja senda, tras el incendio está muy perdida, llena de romeros y con algún lugar peligroso de andar. 




Cueva Buena










09. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (IX) (25.11.2020)


El valle de Guarondo, a tenor de lo que hoy se ve, fue con toda probabilidad el lugar más humanizado de la Sierra de las Villas. El agua es la protagonista constante de toda la sierra villana, pero es por aquí, por Guarondo, donde su presencia cobra relevante protagonismo, y tal vez por eso lo eligieron mayoritariamente para vivir. Además, Guarondo y las navas y praos que conforman sus aledaños, desde el collado del Pocico hasta más allá del cortijo Caracho y el del Montón, es un apacible valle que supieron conformar bien para la autárquica supervivencia de la Sierra. El valle tiene todo lo que se necesita para prosperar: agua, sol y protección. Por el este se encuentra protegido por el impresionante escalón que cae casi a plomo desde la planicie de Jabalcaballo, la cuerda de la roña y la cumbre. Por el oeste, por el macizo de los Vílchetes y el de Navazalto, dejando una gran ventana abierta en esa gran brecha de la Osera. Precisamente, uno de los lugares que más me ha satisfecho conocer ha sido Navazalto. Como refería en alguna entrada del blog, Navazalto se asocia con un lugar donde acaba una pista de fogoneros y donde hay una caseta de vigilancia, un lugar espléndido y accesible, con unas maravillosas vistas a Guarondo y al barranco de la Osera. Pero Navazalto es más que eso, y he tenido la suerte de descubrirlo. Para un dominguero pisapraos como el que esto relata, permite disfrutar de una montaña accesible, llena de sorpresas, algunas naturales y otras dejadas por los que allí vivieron. Quiero compartir en esta ocasión una aventura planificada y buscada con cuidado: la visita al cortijo del Bigarral, uno de esos lugares imposibles, a priori inaccesibles, pero donde algunos lograron increíblemente sacar provecho de esta tierra.




Bigarral













10. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (X) (05.12.2020)


A alguien, a finales del convulso siglo XIX, mientras liquidábamos las colonias del ultramar en manos de los que años más tarde serían nuestros más mejores amigos, se le ocurría que el desarrollo humano y el progreso pasaba por llevar recursos de un lugar a otro, de donde se producían a donde escaseaban. Desde esa perspectiva, desde ese planteamiento bienintencionado surge la idea , plasmada bastantes años después, de construir un gran mar interior allí donde el agua brotaba y llenaba todo de vida con el fin de beneficiar la loma circundante a la Sierra. Curiosamente, aquél proyecto tenía, inicialmente, una perspectiva local y, paradójicamente, la provincia marítima virtual, iba a tener su mar real. Eligieron para taponar el desagüe el mejor lugar, y uno de los más nombrados y conocidos en la Sierra, el Tranco de Monzoque, temida entrada y salida de la Sierra por este lado. Y taponaron el Grande, y aquello se inundó, y tuvieron que poner pinos por todas aquella laderas para que el vaso no se anegara, y tuvieron que mandar a la gente para otro lado... La administración entro a saco en la Sierra y creo progreso, pero, a diferencia de lo previsto, este no se quedó aquí, se fue lejos. Ya queda poca gente que pueda contar como fue aquello, algún testimonio escrito ha quedado, poca cosa. En cuanto al tapón, al muro responsable del mar interior que hoy conocemos, supuso un revulsivo económico para muchos que encontraron un respiro temporal a la subsistencia , pero efímera, cuando el que tenía que inaugurar lo inauguró, comenzó un lento declive que devolvió casi todo a su origen. Se fueron pero dejaron muchos vestigios de lo que allí se hizo, el camino viejo dejó de cumplir su función porque hicieron la carretera, aquél barranco lo perforaron para hacer el túnel de desagüe... Con cuidado se puede recorrer, entraña sus puntos peligrosos, pero podemos ver vestigios de lo que fue, y de lo que dejaron. Después de mucho investigar aquello, pudimos completar esta circular, nada fácil, porque las tenues sendas están comidas de romeros y los GPS en aquél barranco poco servicio prestan.




Muro del embalse de El Tranco












11. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (XI) (12.12.2020)


Nos dan un respiro, los de la administración claro. Porque el virus sigue ahí, él no da tregua, acecha cada movimiento de los tontos humanos para colarse, y ya sabemos hasta donde puede llegar si se cuela. Nos han abierto la puerta, bueno, han abierto muchas puertas, una de ellas la de la Sierra, una de las más grandes para mi y para tantos pisapraos domingueros que disfrutamos con aquello. Seamos cautos, aunque la Sierra es uno de los lugares más seguros, donde en su agua, su aire y sus caminos, al maldito coronavirus no se le ha perdido nada, las conductas que solemos seguir cuando vamos y venimos son meloja para el devastador asesino. Poco o nada debemos temer cuando nos enriscamos, poco o nada debemos temer cuando seguimos la senda que queremos revelar, poco podemos temer a la compañía del amigo en el periplo, pero a veces, se nos olvida que el virus se enmascara, y aunque parece que no está, allí se encuentra, cerca, acechante. Los desplazamientos en coche, la "penitencia" ganada tras el esfuerzo, las quedadas numerosas, son momentos en que no debemos permitir, que ese amigo que nos acompaña, esté lamentándose toda su vida de que, sin quererlo ni pretenderlo, nos deje un regalito no deseado, o viceversa. Cuidaros mucho y cuidad a los demás... Dejo para la ocasión de puertas abiertas un VIAJE A LA NADA. ¡Buena tarde!




Empanadas











12. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (XII) (18.12.2020)


Del puñado de aventuras por la Sierra que uno guarda en el recuerdo, la presente se sienta en sillón de preferencia. La primera vez que por allí aterricé, una investigación para desentrañar un itinerario seguro para el Club, desveló lo impensable desde fuera. El gran barranco que conformó arroyo Montero en su devenir desde las cumbres a la cerrada, por donde ahora se entrega al mar interior, guarda un tesoro etnografico reflejo del grado de humanización que tuvo la Sierra en otra época. Al margen de las conocidas y aún habitadas aldeas de Montalvo o la Ballestera, con las que no pudieron los de la administración, a pesar de la ejemplarizante y desoladora amenaza que en Los Goldines ejecutaron cual Guernica serrano, en lo hondo del agreste barranco se guarda un rosario de cortijadas, desgraciadamente reducidas a tapuelas, dignas de ser conocidas y recordadas. La ruta fue una completa aventura, más que por el itinerario, que también, por las condiciones que el Montero tenía aquel día. Ya hace algunos años de aquello y la senda del Montero se encontraba en malas condiciones en algunos tramos, si alguien se anima a hacerla, que lo sepa y prepare bien la incursión.




Aldea de Montalvo













13. HISTORIAS PARA EL CONFINAMIENTO (XIII) (27.12.2020)


Esta Sierra da para todo. Su amplio y diverso terreno ofrece cumbres, llamémoslas indómitas, jejeje (me gusta esa palabra), páramos infinitos, ricos vergeles, collados con asombrosas panorámicas, trancos y escaleras imposibles, royos salvajes y cantarines y también apacibles remansos, cuevas acogedoras, riscas brutales, charcos de ensueño, chorros de fantasía y también caminos, primorosos caminos que iban y aún van a cualquier sitio, cortijos, tapuelas, casas forestales derruidas por quienes mismos las mandaron construir (¿...?). Esta Sierra guarda lugares curiosos, tanto como que una gota de agua caída del Cielo puede acabar por el azar, en el Mediterráneo o en el Atlántico. Así es esta maravillosa Sierra. Por uno de estos lugares camina la ruta que hoy dejo para entretenimiento de quien quiera disfrutar de todo lo que antecede.





Río Tus







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