Accediendo a Andalucía desde Castilla – La Mancha avistaremos la instantánea de la otra cara de Despeñaperros. Menos espectacular que el vertiginoso descenso desde Santa Elena hasta el desfiladero con los altivos cerros del Castillo y de los Órganos delimitando claramente la rendija por donde discurrir. Este paso, abierto por el ingeniero francés Carlos Lemur a finales del S. XVIII para sustituir a los antiguos y tradicionales del Muradal y del Rey, aprovecha la angostura que el río Despeñaperros labra entre las losas verticales de los Órganos y ha impresionado tradicionalmente a los viajeros, propios y extraños.

Frontera física, que no cultural, ha sido descrita frecuentemente como paso entre dos mundos, especialmente por los viajeros románticos del siglo XIX tras su puesta en funcionamiento:
- “garganta magnífica y angosta, puerta de la deprimente Mancha y adiós de la alegre Andalucía y a la vegetación tropical" (Richard Ford)
- "las escabrosas crestas de las montañas, que colgaban por encima... como un serrucho que desgarra las espesas nubes... y las rocas y árboles interpuestos parecían participar en la celeridad del movimiento y todo el paisaje cambiaba a cada paso" (Alexander Slidell)
- "Los que van hacia el Norte cambian un Edén por un desierto, mientras que los que vuelven la espalda a la capital avanzan a cada paso hacia un clima más agradable y un suelo más atractivo" (Richard Ford)
- Sierra Morena, "famosa por los cantos de los poetas y las hazañas de los bandoleros", "revoltijo de formas caprichosas, de figuras de edificios fantásticos, de formas gigantescas, de ruinas que ofrecían a cada paso miles de perfiles y aspectos inesperados" (Edmundo de Amicis 1846-1908)
- "Las rocas de que se componen estos montes son en gran parte pizarras de diferentes calidades. Las vistas que se van presentando al uno, y al otro lado del camino, con las quebradas y arboledas entre aquellos peñascales y arroyos, hace una agradable compañía... trecho divertido, ameno y suave" (Antonio Ponz)
La ruta que hoy realizaremos parte de esa otra cara de Despeñaperros, la que menos vemos desde Andalucía. Para ello es imprescindible situarnos el la Comunidad vecina, en Venta de Cárdenas, pedanía limítrofe, antíguo lugar de paso y descanso, más popular por un célebre bar de carretera que por ella misma. Aquí los trenes discurren lentamente y el trafico, ahora desviado por el nuevo trazado, ha tenido durante años lugar de respiro. Venta de Cardenas es más un lugar de recreo, que de residencia.
La Dehesa de Venta de Cárdenas patrimonio de la Comunidad nos ofrece un punto de partida porque el destino vuelve a ser andaluz: Aldeaquemada, con toda probabilidad la más manchega de las localidades andaluzas.
La Dehesa de Venta de Cárdenas patrimonio de la Comunidad nos ofrece un punto de partida porque el destino vuelve a ser andaluz: Aldeaquemada, con toda probabilidad la más manchega de las localidades andaluzas.
LA RUTA
Iniciamos la marcha en la zona de los merenderos, cerca del apeadero ferroviario de Venta Cardenas, junto al arroyo Cabezamalo que unos pocos metros más delante se unira al de Magaña para dar origen al río Despeñaperros, el que atravesará el desfiladero buscando al Guarrizas ya en tierra andaluza.
Aquí, la dehesa, de titularidad pública permanece abierta al transito según nos dijeron desde las 9 de la mañana hasta las 14 horas. Penetramos por el portón abandonando la zona recreativa de piedras negrillas.




Cuando comenzamos a ascender volvemos la vista para divisar la otra cara de Despeñaperros




A lo lejos ya queda Venta de Cardenas y el cerro del Rancojo


Tras los primeros repechos nos dirigimos hacia el barranco de la escalera que nos abrirá el paso hacia Andalucía
Antes pasaremos por una de estas pantanetas tan frecuentes en la zona para que los animales puedan subsistir en los calurosos estíos







Ahora sí, remontamos el barranco de la escalera, única "tachuela" en el camino.

La subida nos deja en un collado, junto al cerro del Tolmo a cuya vera transitamos ya en plena dehesa. Descubriremos el antiguo camino de Olavide que por aquí transcurría hasta Mojón Blanco, poco exito tuvo, diseñado y ejecutado en la época de la construcción de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena.



A pocos metros llegamos a las ruinas de la bonita casa del Tolmillo desde donde tendremos unas preciosas vistas de la dehesa



Excelente lugar para descansar y reponer fuerzas





Pasamos por las antiquisimas minas del agua, parece que de origen romano









Pasamos por las antiquisimas minas del agua, parece que de origen romano
Entre la dehesa y monte repoblado de un cuidado pinar desembocamos en el paraje de la Aliseda o del Sotillo que nos recibe con una rotunda floración de almendros.




Unos metros más adelante entramos en Andalucía inequivocamente anunciado por el olivar que nos acompañará, cruzando el Guarrizas antes de que se desplome por la maravillosa cascada de la Cimbarra, nos aproximamos a Aldeaquemada donde tenemos buenos recuerdos y conservamos inmejorables amigos.



EL VIDEO
DATOS TÉCNICOS



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1 comentario:
Muy interesante la ruta y el blog en general, no lo conocíamos. Un saludo desde la Aldeílla en Aldeaquemada. Con vuestro permiso lo hemos enlazado en el nuestro.
Un saludo
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