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SIERRA DE CAZORLA (JAÉN): PUERTO DE TISCAR - COLLADO VALIENTE - CUEVA DE JAÉN - BARRANCO DEL GARBANZAL




LA LEY DE MURPHY BAJO LOS AGRIOS

No se cansó de repetirlo. El amigo Pepe aseguraba que el trayecto que recorreriamos era uno de los más agraciados de la sierra en cuanto a las vistas que nos ofrecía, pero  se cumplió la Ley de Murphy: la tostada siempre cae del lado del aceite, basta desear firmemente que algo no ocurra para que acabe ocurriendo… o si lo queremos en “cristiano” ¡SI PONEMOS UN CIRCO NOS CRECEN LOS ENANOS!

Hacía años que no recordábamos tantos buenos días seguidos y ¡zas! elegimos "el mejor" para patear la sierra. Nos acordamos, dicho sea de paso, de la web de un famoso meteorólogo con el que frecuentemente bromeamos sobre su tasa de aciertos, bien, pués fue la única que acertó de las consultadas, mira por donde...

Estuvimos tentados de acudir a la convocatoria de los amigos de La Pandera. El conclave se decantó por demorar la invitación a la edición de marzo dado que los días ahora son cortos y el viaje era largo. Pero,“ipso facto” surgió la necesidad, de rebajar los niveles de colesterol adquiridos a razón de los festejos navideños y sin dudarlo mucho se planteo la ruta. ¿Quién iba a pensar el día de perros que nos encontraríamos?


Paradójicamente barajamos la posibilidad de hacer una circular novedosa por el Caballo del Torraso y la piedra del agujero, pero la descartamos por la frecuencia de nieblas que allí se dan, je, je, je...

En fin, allí nos vemos los tres con el madrugón a cuestas, en el puerto de Tiscar, frente a los Agrios (al menos, virtualmente) con deseos de pasar un buen día.







Y la verdad, el día no tuvo desperdicio. Menos sol y vistas tuvimos de todo, nos reímos de lo lindo con los posibles títulos de la ruta, rodamos por el suelo (menos Pepe que tiene pies de plomo), albergamos esperanzas del sol, nos llovió, hicimos proyectos de rutas y hasta tuvimos penitencia, corta, pero la tuvimos, total a medio día en casa.


Si bonita fue la ruta, sin ver nada, no quiero pensar el día que regrese para ver lo que me perdí. La sensación de tener los imponentes Agrios encima me impresionaba.

El comienzo estuvo lleno de dudas, conforme ascendíamos nos mirábamos a la cara con pinta de “v-a-m-o-s a d-a-r-n-o-s l-a v-u-e-l-t-a” pero ninguno decíamos nada, continuábamos con la esperanza de que en algún momento viéramos la luz. Y la vimos, pero duró 0’2 segundos. Justo en el collado Valiente se nos apareció el Rayal momentáneamente






Un poco después, nos permitió ver Quesada desde nuestra altura. Eso fue todo.





Bueno no exactamente, la bajada del barranco del moro fue preciosa, con la visita a la cueva de Jaén y el arroyo acompañándonos en el camino con algunas bonitas cascadas.









Llegados a la pista del garbanzal, el bosque parecía mágico, daba la impresión que tras de algún pino saldría un gnomo a felicitarnos el año.






La práctica de la trocha, no obstante, nos jugó la mala pasada del día, primero me toco a mí, escurrizón y culatada con efecto tobogán, más adelante a Sansón, más aparatosa, pero solventó airosamente rodando cual vaquero del wertern cuando se dispone a disparar al forajido. Afortunadamente no tuvimos consecuencias y pudimos reírnos de nuestra sombra.


Regresamos al punto de partida tal y como comenzamos, con una espesísima niebla pero satisfechos de una ruta diferente, la adversidad agudizó la conversación y tuvimos para todo.


A continuación una bonita panorámica de los Agrios con Pepe en primer término.





¿Qué? ¿Nadie ve el Rayal? Pués está clariiiiiiiiiisimo,...


En fin, como dijo Douglas MacArthur tras perder Filipinas, ¡Volveremos!, es de recibo, pero con la luz encendida,…


LA RUTA


Comenzamos nuestro particular “penaero” en el lugar conocido como la explanada. Se accede al mismo por un corto tramo de carril que se desvia de la carretera hacia Tiscar pasado un kilómetros del puerto del mismo nombre a la izquierda.



El lugar es fácilmente reconocible por estar marcado con un círculo para que se posen los helicópteros. En realidad, nos encontramos en la intersección de tres vias importantes: el camino que se dirige a Puerto Lorente, que será el que tomaremos, el que viene o va del collado Zamora y el cordel pecuario que va del Chorro al puerto de Tiscar y que cruzaremos en varias ocasiones.




Si tuvieramos visibilidad las vistas serían impresionantes pués tendríamos enfrente toda la cordillera de los Agrios, La mole del Rayal en primer término, el característico Picón del Guante a continuación y, en la lejanía y uno de nuestros objetivos si no hiciera este tiempo, el Aguilón del Loco.



Iniciamos nuestro deambular subiendo decididamente y llenos de dudas por una trocha que nos lleva a una puerta en mitad de la pista que abriremos (y dejaremos cerrada) sin dificultad. Nos encontramos en el camino que se dirige a Puerto Lorente. La niebla no nos permite ver más alla de unos metros y, además, corre un viento gelido que acaricia el cutis desagradablemente. Está claro que así no podremos seguir mucho tiempo.



Alcanzamos por nuestra derecha un tornajo de obra, por aquí la cosa se complica porque la niebla deja caer un calabobos que obliga a abrir el paraguas.








Afortunadamente, un poco más adelante entremos en un pinar de repoblación que nos cambia completamente, deja de llover, la niebla se levanta un poco y decidimos continuar. Estamos allí por donde nace el arroyo Extremera. En este punto tenemos la posibilidad de encarar collado Valiente a través del Cordel o, dando unas vueltas continuar por el camino que llevamos. Optamos, dadas las condiciones meteorológicas por la segunda ya que iremos más resguardados por el bosque. Mis compañeros, conocedores del terreno, se lamentan de las preciosas panorámicas que nos perdemos.










Llegando al collado Valiente por entre hermosos laricios, algunos de un porte considerable, dignos de medición, el tiempo mejora y nos hace albergar esperanzas, se levanta la niebla, vemos el cielo y hasta aparece la mole del Rayal. Estamos bajo el Picón del Guante aunque no conseguimos verlo. Nos damos un respiro tras la subida y sacamos algunas fotos. Animados por el momentáneo despeje nos encaminamos hacia un bonito mirador sobre el barranco del Moro que nos permite sacar tal vez la foto del día, la vista de Quesada desde esta distancia es hermosa.






























Aquí abandonaremos el camino de puerto Lorente para bajar por el barranco del Moro y alcanzar la pista del Garbanzal que desde collado Zamora nos dejará en nuestro lugar de inicio. La pista está bastante perdida teniendo que intuirla en tramos, en ocasiones junto al arroyo, en otras separándonos del mismo. Casi sin darnos cuenta, en una vuelta del camino tras contemplar unos bonitos saltos de agua, se nos presenta la impresionante oquedad de la cueva de Jaén. Es difícil atisbarla desde algún punto, simplemente ¡zas! te la encuentras. Afortunadamente, el tiempo nos da un receso para el descenso por este precioso barranco, entretenidos en no perder la vieja senda que por aquí discurre.



























Por fin localizamos visualmente la pista que buscamos y nos plantarnos en ella en un “plisplas”. Justo al transitarla el tiempo nos obliga a abrir los paraguas y la niebla vuelve a envolvernos con su blanco manto: el bosque encantado. Estamos en el largo camino que va de Tiscar al puerto del Gilillo y de allí continua a Cazorla.













El camino por la pista se nos hace pesado en los últimos tramos, rodeados de la niebla que nos impide ver cualquier cosa que no sea la pista que llevamos. Tras un último esfuerzo alcanzamos nuestro destino, el mismo que el del inicio, encontrándonos el mismo panorama que a la salida niebla y aire frío que nos hace meternos rápida y gustosamente en el vehiculo y gritar aquello de ¡Más madera,…!


















¡Lastima! Una gran oportunidad de contemplar (supongo) unas bellas panorámicas. La ruta, aún así, cómoda y lo mejor de todo, LA COMPAÑÍA …

LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA : AQUÍ









EL VIDEO




DATOS TÉCNICOS


Denominación
BAJO LOS AGRIOS. Puerto de Tiscar - Collado Valiente - Cueva de Jaén - Barranco del Garbanzal
Fecha
02/01/2012
Localización
Explanada del Puerto de Tiscar - Collado Valiente - Barranco del moro - 
Cueva de Jaén - Pista del barranco del Garbanzal.
Acceso
Pasada la localidad de Quesada, en dirección a Pozo Alcón por la carretera 
del Santuario de Tiscar, encontramos el puerto de Tiscar y aproximadamente  
700 mts encontramos un camino que sale a la izquierda, trás una curva a 
izquierdas. Podemos astir desde aquí o aproximarnos 2 kmts hasta la 
conocida como explanada donde hay un helipuerto.
Inicio
La explanada. Junto a la carretera de Quesada a Tiscar
Fin
La explanada. Junto a la carretera de Quesada a Tiscar
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Sendero / Pista / Sin camino definido
Estación
Primavera/Otoño/Invierno
Distancia
17,06 kmts
Dificultad
Moderado 
Tiempo estimado
6 horas 
Cota mínima
1.049 mts
Cota máxima
1.666 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 723 mts.    Bajando: 681 mts.
Sugerencias
Llevar agua para el recorrido. Hay agua al inicio en un tornajo y al final en 
una fuente. Evitar las horas centrales del estío. En invierno posibilidad de 
encontrar los caminos nevados. No abandonar basura. No encender fuego. 
Precaución en los miradores, riesgo de caída al vacío.
Track
Movil
Cobertura Movistar en bastantes zonas del recorrido.
Mapa
Bibliografía
Experiencia e investigaciones de los foreros de Turismoencazorla.com

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