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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (VII). BARRANCO DEL BIGARRAL


BIGARRAL: EL BARRANCO PERFECTO


Barranco de El Bigarral de frente (fotografía de Google Earth)




Tres niveles de satisfacción me dio Navazalto.

El superior, aéreo, una provocativa cresta que arranca desde Guarondo, se encarama al puntal del lentiscal y buitreras de Navazalto primero, y al puntal de la Cuna después, sobrevolando el profundo barranco de la Osera para desde aquí, tomar dirección NE por un sugestivo tajo de dos kilómetros hasta el puntal del Filo, donde la cresta declina para entregarse a la nava del Milano de un lado, y del otro a la campiña, a la inmensa campiña que se orilla al río Grande de Andalucía cuando sale de la Sierra. 




Otro, medio, que desde las buitreras podemos tomar bordeando los puntales descritos anteriormente para desembocar en los llanos del navazo, por donde los tranquillos y por donde la senda de la cuesta de Navazalto alivia el desasosiego del esfuerzo de la subida, continua por el gran púlpito que la naturaleza ha puesto para que le agradezcamos el increíble lugar que aquí ha consumado en forma de puntal de las Cuevas, pasa por el afable monolito, incansable mirón del Bigarral, y se mete por debajo del filo que anteriormente hemos descrito, recorriendo todo este abigarrado lugar lleno de entradas y salidas en forma de puntalones que invitan irresistiblemente a asomarse en cada uno de ellos. Recorre todo este Poyo Angosto que sin embargo, a pesar del nombre, ellos supieron como darle uso, y por eso, le hicieron un formidable tranco en la mitad del filo para acceder más fácilmente de uno a otro lado. Salimos de Poyo Angosto, del Bigarral al fin y al cabo, por el collado de los Blanquizares, bajo el Puntal del Filo, para darnos de bruces con otro púlpito grandioso, el Puntal del Ahijadero, rotundo topónimo ovejero que poco a poco se va disipando su  uso, desde que Lucas ya no surca los pastos de Navazalto.

Inconmensurable Bigarral y poyo angosto



El "mirón de El Bigarral", monolito con su historia...


Finalmente, el inferior, deseado desde la primera vez que alcanzamos a divisar, desde las alturas, aquella ruina de cortijo, una tapuela de ubicación imposible, intuyendo que por algún lugar entrarían y saldrían. Fuimos cercándolo poco a poco, arrimándonos y haciéndonos de querer, ronroneandolo, domesticándolo para que nos aceptara en el asalto final. Nos dimos a conocer y lo conocimos, le planteamos amistad y nos aceptó, hasta llegar el día en que pudimos satisfacer la inquietud, la incertidumbre de penetrar en uno de los enclaves más misteriosos de esta parte de sierra que pretendemos conocer. Por fin llegó el día de saborear la pulpa de este apetitoso melón que tantas satisfacciones nos dio.
El tercer escalón en que este Navazalto se desparrama hacia el Aguascebas es el más fragoso e infranqueable. Entregado a la vegetación, aún conserva increíble y medianamente transitable la vieja senda que ellos usaban, los que asombrósamente construyeron en todo este tinglado un cortijo coronando el pluscuamperfecto centro del barranco perfecto, el del Bigarral o del Toril si lo preferimos, ya que es este arroyo el que nace justo debajo del cortijo, de la confluencia de otros dos que caen casi simétricamente de la cumbre. Desde el Puntal del Serrano a los Picazos queda embutido esta simétrica hondonada centrada maravillosamente por el puntal que sostiene la tapuela que ellos hicieron para vivir.

cortijo de El Bigarral desde poyo Angosto



Cortijo de El Bigarral











LA RUTA


Omitiré la narración de la primera parte de la ruta, desde Guarondo hasta la fuente del Milano, porque duplicaría el arranque de la que hicimos por la cañada del arroyo del Torno. La fuente del Milano, señorial encrucijada de caminos, nos permite encaramarnos fácil y rápidamente al filo de la cresta a la altura del tranco del Bigarral, por una senda medio perdida pero aún reconocible si le prestamos atención al terreno.


embalse del Aguascebas (Guarondo)


puntal del lentiscal y caseta de Navazalto desde Guarondo


cortijo en la cañada del Torno








fuente de la solana


fuente del Milano 


tranco del Bigarral desde la solana


tranco del Bigarral desde la umbría


destino: cortijo del Bigarral



campiña, loma de Úbeda con Villacarrillo e Iznatoraf en primer término


Continuaremos el filo por los continuados puntales que este presenta, balcones al tajo que el Aguascebas grande marca en el olivar para salir de la sierra a juntarse con el Grande por Mogón. En el puntal del filo, el último de esta sucesión, situado sobre las casas de la nava del Milano, perdemos premeditadamente la altura ganada para alcanzar la senda del poyo del moro o de las Cebadillas. Nos introducimos en esta incisión por la que se derrama el arroyo del mismo nombre, por donde la senda es deliciosa gracias a los habitantes de estos cortijos que la mantienen permanentemente arreglada. Rozamos primero el cortijo alto y tras una endiablada bajada llegamos al idílico cortijo de las cebadillas bajas por donde el arroyo se despeña al Aguascebas por el chorreón de las buitreras, frente al tranco de los malenos.





nava del Vilano (Milano)


oteando desde el puntal del Filo


cortijo de las Cebadillas de abajo


inconmensurable Caballo del Torraso


barranco de las Cebadillas


senda del barranco de las Cebadillas


cortijo de las Cebadillas de arriba, detrás el collado de los blanquizares y puntal del Ahijadero


En las cebadillas bajas acaba nuestro mundo conocido, en adelante toca internarnos en la búsqueda de ese tercer nivel o escalón que Navazalto nos ha retado a desvelar, al menos para nuestro entendimiento.
Buscamos y cruzamos el puentecillo que sobrevuela el arroyo salvando la muesca que ha labrado durante años de recorrido torrencial. En el otro lado nos saluda el ermitaño habitante del cortijillo, en el camino encontramos y saludamos a su pareja, unos nuevos serranos que no nacieron aquí, y que sabe Dios por que razones vinieron a parar a este lugar. Una cordial y amable charla nos consolida la idea que teníamos sobre el camino a seguir, pero nos aporta un par de pistas que más tarde nos evitará algún despiste. 


cortijo de las Cebadillas de abajo


Bardazoso  y la Muela desde las Cebadillas de abajo


un ejemplo a seguir del que muchos deberían aprender,...


barranco de las Cebadillas desde el cortijo de abajo


Abandonamos el chorreón de las buitreras siguiendo una traza con aspecto de haber sido una buena senda en otra época. Avanza por una desgastada ladera, casi horizontal, casi sin perder altura, porque lo que busca es el collado del puntal del serrano... Antes, al salir a tierra más abierta, nos sorprende con una tapuela que no esperábamos ni conocíamos de su existencia. Poca tierra tenían por aquí, aunque a tenor del destino que buscamos podían sentirse afortunados. Otro pequeño barranco nos separa del collado que forma el puntal que venimos oteando desde el cortijillo. El puntal del serrano nos anuncia la proximidad al gran barranco, estremece asomar a ese collado, mirar hacia arriba y ver los "volaeros" del Bigarral por donde andábamos no hace tanto, causa cierto desasosiego. La imagen que desde arriba llevábamos en la retina queda difuminada ante tanta belleza, la realidad supera ámpliamente la imaginación.


ladera por donde transcurre la tenue senda


cortijillo sin nombre ...





puntal de Serrano


primera imagen del Bigarral desde el collado del Serrano


Comenzamos la andadura por uno de los extremos del barranco, a lo lejos se divisa la salida que más tarde buscaremos, allí por los picazos. Ahora solo una idea nos conmueve, no perder la senda que nos acercará al cortijo que centra todo esto, ese punto lejano que desde arriba divisábamos. Tal y como planeamos, debemos atravesar el olivar abandonado a su suerte y cuya roturación pretérita tanto sacrificio debió dar por lo escarpado de todo esto. Nos acordamos constantemente de nuestro amigo el serrano de otras tierras, el de las cebadillas de abajo, que nos marcó la pista para dar con la senda tras bajar el olivar, un gran peñón que encontramos más fácilmente de lo que pensábamos y que para alegría colectiva nos mostró por primera vez, a nivel, el cortijo imposible que perseguíamos.


olivar del Bigarral





peñón junto al que debemos pasar para lograr la senda


el cortijo ya a la vista


un tramo de senda aún reconocible nos guía con buen camino, sin pérdida, hasta el anhelo que perseguíamos al diseñar esta ruta, parecía mentira, allí estábamos, antes bien arriba, ahora abajo. A pesar de las impresionantes paredes que caen a plomo, el sol se atreve a penetrar en este espigón sobre el que se construyo la casa, a salvo de torrenteras, sobre piedra que le da fortaleza. Bueno llega el momento de disfrutar del lugar, tranquilamente reponemos fuerzas y cada uno, a su manera, disfruta del entorno y del esfuerzo. Es increíble donde estamos.


senda bastante enmatojada


el cielo cortado por las sucesivos puntales















cortijo de El Bigarral o del arroyo del Toril





tras disfrutar menos de lo que hubiéramos deseado con el lugar, anunciándonos el sol que va siendo hora de recogida, abandonamos el lugar serénamente, con algo de disgusto, pero con la satisfacción de haberlo logrado. Toca salir de aquí, afortunadamente encontramos la senda que continua hacia el lado contrario del que entramos, camino del collado de los picazos








puntal del Filo arriba y del Ahijadero abajo





con el collado a la vista, cosas de la convicción, seguimos durante un tramo una senda equivocada que nos bajaba sospechosamente en lugar de subir como pretendíamos, una rectificación pronta nos condujo sin mayor problema al collado donde la primera imagen vuelve a provocar impacto: el peñón de del Tesoro, el peñón de Navazalto


peñón de Navazalto o del Tesoro





la senda, la buena senda que hicieron para subir y bajar a la sierra desde la parte de Villacarrillo, nos aúpa hasta los llanos de Navazalto pasando por la agotada fuente de arriba. Desde lejos saludamos al "hombre de piedra", al mirón del Bigarral que aquí se quedó vigilante para que todo siguiera en su lugar. En un "plis" "plas" estamos de nuevo arriba, una última mirada a este barranco antes de volcar para la nava del Vilano y allí lo volvemos a ver en lo hondo, el cortijo se apaga en su umbría con la luz de la tarde


fuente de arriba


buen camino


Navazo Alto y, arriba, el puntal de la Cuna


monolito de Navazalto


poyo angosto y el Bigarral


el barranco y cortijo visitado, centrado en el círculo


finalmente nos dejamos caer por la loma hasta la fuente del Milano, el otoño ha coloreado todo de manera más intensa, disfrutándolo bajamos por la cañada hasta el lugar donde iniciamos esta inolvidable jornada.


descendiendo hacia la fuente del Vilano (Milano)


fuente del Milano















EL VÍDEO







DATOS TÉCNICOS


Denominación
BIGARRAL. BARRANCO PERFECTO
Fecha
08.12.13
Itinerario
Guarondo (embalse de Aguascebas) - cañada del arroyo del torno - fuente 
del Vilano (Milano) - nava del Vilano (Milano) - chorro de las buitreras - 
Cebadillas alta y baja - collado del puntal del serrano - nidillos del Bigarral - 
cortijo del Bigarral - collado de los picazos - Navazalto (navazo) - cruz de 
yescas - nava del vilano (Milano) - cañada del arroyo del torno - Guarondo 
(embalse de Aguascebas)
Acceso
Carretera transversal de la sierra de las Villas. Dejaremos el vehículo junto al 
embalse de Aguascebas
Inicio
Embalse de Aguascebas (Guarhondo)
Fin
Embalse de Aguascebas (Guarhondo)
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista y senda 
Estación
Primavera/otoño/invierno/verano
Distancia
18,64 kmts
Dificultad
Difícil
Tiempo estimado
8 horas    
Cota mínima
821 mts
Cota máxima
1.350 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1.047 mts.    Bajando: 1.047 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en la fuente del Vilano (Milano). El trazado de la 
senda por el barranco del Bigarral puede fácilmente perderse. No abandonar 
basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura movistar en varios puntos de la ruta: filo de la cresta del Bigarral, 
cortijo del Bigarral.
Mapa
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La ruta en el FORO


Fuentes y
Referencias


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2 comentarios:

Ángel Rodríguez dijo...

Veo que te conoces esta zona al dedillo.
¡Bueno!, ahora que estamos entrando en el otoño, ¿alguna ruta recomendable de caducifolios en Las Villas,o cualquier otro lugar?
¡Gracias!

Galeno MaM dijo...

Pues en las Villas todo el valle del Aguascebas de la Fuente del Tejo es una buena oportunidad sin complicarse mucho. Otros lugares por Cazorla la zona del Guadalentín - Nava de San pedro - Linarejos. Y en Segura, que decirte, TOP: Las Huelgas a Pontones; valle de los Anchos; río madera; Acebeas,...
Espero que disfrutes muchas. Saludos.